LAS EMOCIONES MULTIPLICADAS POR MIL.

Hola papis, futuros papis y demás gente. La entrada de hoy ha surgido después de ver dos películas en las que las relaciones padres hijos son bastante importantes. Películas que ya había visto, imagino que habrá gente que es de poco repetir películas, en mi caso vuelvo a las películas que me gustan mucho y les saco el jugo una y otra vez, seguro que muchos tenéis libros que habéis leído en varias ocasiones y con las pelis pasa igual, de hecho cambian hasta el punto de que películas que te gustaron mucho pasan a no gustarte un pelo, o el caso contrario películas que te parecieron infumables o bodrios pasan a formar parte de tus favoritas. Las películas que me llevan a la reflexión de hoy son Una cuestión de tiempo y la archiconocida El sexto sentido.





Nunca he sido de llorar mucho en el cine o en general, pero si que he soltado mis lagrimillas o he contenido a base de nudo en la garganta. Desde que soy padre creo que el grifo lagrimal está mal cerrado. Si habéis pasado ya por la experiencia de tener a vuestra pareja embarazada sabréis que las emociones las tienen a flor de piel y quizá a nosotros nos cuesta algo más alcanzar esa sensibilidad inherente a las madres, al menos en mi caso. os voy a hablar de dos escenas donde antes me emocionaba y ahora me emociono aún más y lloro a grifo suelto.

Una cuestión de tiempo (About time) es una película de Richard Curtis que guioniza y dirige, lo conoceréis más por pelis como Love Actually con Domhnall Gleeson y Rachel McAdams en los papeles protagonistas. En ella los varones de la familia Lake son capaces de viajar en el tiempo al pasado siempre que sea a su propia línea temporal, la película es muy entretenida y con puntos graciosos y sentimentales también. En un momento dado el protagonista viaja a ver a su padre al pasado e informarle de que no va a poder verle más, entonces deciden saltandose algunas reglas de los viajes temporales saltar juntos a un día que al padre le hace muy feliz, un día donde el y su hijo van a la playa juntos a pasar el rato lanzando piedras al mar, jugando a nada y simplemente estando juntos.

La otra es esa escena de El sexto sentido donde una vez todo resuelto Cole por fin está preparado para contarle a su madre su gran secreto acerca de los muertos y demostrándole que es real al hablarle de su abuela. Ambos se emocionan y lloran (y yo con ellos porque es todo preciosísimo aunque haya muertos).

Llorando!! me paso el día llorando!! Menos mal que no es así porque que asco de mocos.


Estas escenas me han llevado a pensar que esto ya va a ir así, el grifo se ha abierto y la emoción ha sido multiplicada por la vida de padre. Sin duda, que la emoción sea algo más potente en tu vida probablemente tenga sus desventajas, pero ahora mismo me hace muy feliz. La felicidad os va a llegar con cada momento que os regale vuestr@ hij@ y vuestra familia, os vais a sorprender con una sonrisa o con lágrimas en los ojos ante un niño durmiendo, riendo o mamando, y encima aquellas películas que os tocaban la patata lo harán con mucha más fuerza.

Disfrutad de la familia, del cine y de las dos cosas a la vez. Un saludo emocionado para todos!!

Comentarios

  1. La emoción es la salsa de la vida, my friend. Ya sea con tu pareja, con tu hijo, viendo una peli, disfrutando de la música, o en infinidad de ocasiones que puede brindarte la vida. Y el que no seas de mucho llorar, como me pasa a mí, no significa que no te emociones; solo ocurre que lo expresamos de diferente manera.

    Me alegro de esa avería en el grifo lagrimal. ¡Disfrútala!

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    1. A eso me refiero, no digo que no me emocionara antes, pero resulta que ahora esa emoción me hace que se me salten las lágrimas, o es más intensa o yo más sensible jeje

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  2. Grandes películas las dos, por cierto. Y no olvido que la primera de ellas la vi porque tú me la regalaste. ¡¡¡Gracias!!!

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    1. Y que sigamos compartiendo amistad y cine muchos años!!!

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